miércoles, 14 de marzo de 2007

Idiomas

Hay algo de nuestra forma de pronunciar palabras extranjeras que no acabo de entender, la verdad. Y es que no consigo discernir qué criterio utilizamos para pronunciar cada palabra extranjera. Porque lo que está claro es que todos seguimos el mismo criterio.

Pongamos por ejemplo los nombres propios. Sin ir más lejos: futbolistas. Hay, o había, uno llamado Zinedine Zidane. Si intentamos pronunciar ese nombre como en su idioma originario, nos saldría algo así como Sinedín Sidán. No es complicado: todos sabemos hacerlo (con Schwarzenegger no es tan fácil, claro, pero es que Arnold no juega al fútbol). Pero no es así como le llamamos. Así que probemos a leer su nombre tal cual nos sale: pronunciaremos Cinedine Cidane. Así, con todas las letras. Es aún más fácil, sólo hay que saber leer, no hace falta saber idiomas. Pero tampoco es así como lo pronunciamos. Entonces, ¿qué regla utilizamos para leer Zidane y decir Cidán, o leer Cicinho y decir Ciciño, no Sisiño ni Cicino?

Y luego viene lo mejor: cuando nos sabemos un nombre y corregimos a todo el que lo pronuncia mal. El más claro ejemplo, esa familia de músicos apellidados Bach. Todo el mundo sabe que se pronuncia Baj, y si dices Bach, tal cual, te puede caer una bronca de cuidado. Ahora, que el listo que pronuncia Baj, ¿cómo pronuncia Beethoven? Porque mucho Baj, mucho Baj, pero a Beethoven todo el mundo lo llama Betoven, y nos quedamos tan anchos; y yo no tengo ni idea de alemán, pero seguro que en alemán le llaman algo muy parecido a Bitjofan.

Así que si en un principio pudiera parecer que tenemos un problema con las ces y las zetas, pero debe de ser que eso sólo afecta al fútbol: en música el problema se complica. ¿Y en política? Tenemos nombres fáciles, como Tony Blair, que todo el mundo sabe que se pronuncia Toni Bler. Pero si cruzamos el charco... Ahí está George Bush, que parece igual de fácil, pero... ¿Habéis visto a algún presentador de televisión decir Yorch Bus? Pues no. Porque como eso es muy difícil de decir, le quitan la ch y les queda Yor Bus. Y se quedan tan panchos.

¿Y el cine? Ya hemos mencionado a Schwarzenegger, por ejemplo, que en alemán con acento austriaco debe parecerse a Esvatseneguer, pero como se ha nacionalizado estadounidense ahora es Suatsenega. Y aquí, como no tenemos un criterio claro, vamos de uno al otro pasando por Charcheneguer, y atajando en Termineitor. ¿Alguien sabe cómo se pronuncia Gabriel Byrne (actor)? Igualito que David Byrne (músico) y John Byrne (dibujante de cómics). Es decir: ni idea. Puede que sea Bairn, o birn... Pero nos quedamos en Birne; ahí sí que tenemos una regla clara.

Total, que no hay manera de aclararse. Así que si alguno de mis ínclitos lectores-lingüistas me lo quiere explicar, háganlo en los comentarios. Les estaré muy agradecido, y a lo mejor me tiro el rollo y me pago unas cañas.

martes, 13 de marzo de 2007

Nunca te acostarás sin saber una cosa más

Este tipo de conocimientos prácticos es lo que debería enseñarse en los colegios, y no tantas matemáticas, física, lengua, historia... Que no sirve pa ná.