martes, 29 de abril de 2008

Estampas gijonesas / Semeyes de Xixón (12)

Y no podían faltar esas fotos que tanto os gustan. Aquí está la ración de esta semana.


Skyline.




Otra parada de autobús con nombre.




El puerto deportivo.


Y el viernes que viene, más.

Top 5 de pequeños placeres domésticos

Hay un grupo de blogueros, liderados por Kalimero, que todos los domingos publica un Top 5 a las 5. Se ponen de acuerdo durante la semana, y cada uno de ellos publica su propio top de lo que sea. Actores secundarios, asesinos de ficción, gominolas...
Hace unos meses estuve a punto de apuntarme, y publicar mis propios tops los domingos. Pero acababa de empezar con las estampas gijonesas y los cuentos a la carta, que iban a ser semanales (¡ja!), así que haciéndoles un feo muy gordo, me apunté a su lista de correo y luego me borré sin decir nada.
No sé muy bien porqué se me ocurrió el otro día hacer este top, único y personal (por supuesto, si Kalimero y sus amigos quieren hacer los suyos, me sentiría muy honrado). Creo que me vino la idea a la cabeza sintiendo el número 1.
En fin, aquí lo tenéis.

5.- Grabar un CD recopilación de lo que sea. Ya era un placer habitual cuando lo hacía con cintas; de hecho, creo que me gustaba más hacerlo con cintas. En cualquier caso, es un placer perder un buen rato buscando canciones que no pegan nada para juntarlas todas en el mismo disco, sin orden lógico ni criterio de selección ninguno. Si me gusta, la meto, así de simple.

4.- Salir de casa. El simple hecho de cerrar la puerta del portal y enfrentarme al mundo, siempre que las condiciones climáticas no sean demasiado adversas, otro gran pequeño placer.

3.- Volver a casa. Abrir la puerta de casa, entrar, cerrar... Ya estoy en casa.

2.- Cena con los amigos. Unos pocos amigotes de toda la vida, algo rico para comer, y la noche por delante. Risas, jijí, jajá... Lo mejor de todo: cuando se van de fiesta, y me quedo en casa, con la mesa medio recogida, cansado y algo borracho... Eso no tiene precio.

1.- El que originó esta entrada: caer en el sofá, recién duchado, con el pijama puesto, y muerrrto de cansancio, dejar que se me cierren los ojos mientras hago como que veo la tele... Eso es casi lo mejor del mundo*.


* Lo mejor del mundo no lo puedo poner aquí, que esto lo lee mi hermana pequeña. Pero la mayoría de vosotros sabéis a qué me refiero...

¡He vuelto!

Bueno, pues ya estoy aquí. Vuelvo a tener conexión en casa... A ver lo que dura. Como sé que esperáis ansiosamente nuevas historias, no os aburro con mi triste vida, y disparo algunas. Otras, ya irán cayendo.