sábado, 29 de marzo de 2014

Mucha policía

Últimamente he tenido un par de conversaciones en twitter con un guardia civil. Básicamente, aquí y aquí. Y como en twitter hay muy poco margen para explicarse, y apenas da para repetir consignas, voy a intentar exponer en este mi blog lo que opino acerca de los cuerpos policiales, los antidisturbios y lo que viene pasando últimamente en las manifestaciones en España.

Se ha acusado varias veces a los propios policías infiltrados de crear los altercados, proporcionando a  sus compañeros uniformados la excusa para ejercer la violencia. Evidentemente la policía y el gobierno niegan estos hechos. Pero yo me lo creo. Me lo creo porque es el gobierno el principal beneficiado de que haya altercados. Ante los ojos de la mayoría, la violencia desacredita a los manifestantes, incluso cuando la única violencia que se refleja en los medios es la de la UIP contra los manifestantes. Así que es fácil reventar una manifestación de decenas o centenas de miles de personas con los pocos manifestantes propensos a la violencia y unos cuantos policías infiltrados (supuestamente para detener a los anteriores) animando la cosa.

Probablemente ya hayaís visto antes este vídeo, es de septiembre de 2012:


En él se puede ver a unos agentes de la UIP, más algunos vestidos de... lo que sea, "deteniendo" a dos hombres, de los cuales uno grita "¡que soy compañero!"... 

O sea. O bien la policía detiene manifestantes tan indiscriminadamente que es capaz de detener a sus propios miembros, que están realizando tareas de vigilancia para evitar altercados; o bien los policías infiltrados se dedican a provocar esos altercados y por ello se "detuvo" a este encapuchado.

Pues no sé qué es peor. Pero lo que está claro es que ahí la policía se está convirtiendo en el enemigo, posicionándose en contra de los ciudadanos a los que tiene que proteger.

A partir de este tipo de situaciones, repetidas en youtube todas las veces que queramos, el lógico y razonable que la cantidad de manifestantes dispuestos a la violencia sea cada vez mayor. Y que estén más preparados.

Ocurre también que el gobierno para el que trabajan estos policías no es tan leal a ellos como ellos a él, y así llegamos a lo ocurrido en la última manifestación: sí que había manifestantes con ganas de agredir a los policías, claro. Luego los policías comienzan los altercados, cargando contra los manifestantes antes de la hora señalada para el fin de la manifestación, con un coro actuando en el escenario. Y luego, este gobierno ingrato, con esos errores tácticos y estratégicos que parecen forzados, deja a algunos policías vendidos frente a los manifestantes violentos.

Luego también hay videos de policías que se tropiezan y se caen al suelo solos, que seguro que computaron como agentes heridos de diversa consideración, y luego hablaban de un policía en coma que al final resultó no existir, porque los medios de comunicación son casi tan leales al gobierno como los policías, y así nos va.

Porque se les ha olvidado que a quien deben lealtad es a los ciudadanos.

Espero que esta conversación continúe en algún sitio, bien en los comentarios del blog o en otro blog o en twitter o donde se os ocurra.