sábado, 4 de enero de 2014

Lo que he leído en 2013

Siguiendo el ejemplo de insignes blogueros como Bich, Molinos o el tito Rinze (que ya no, pero antes sí lo hacía), voy a dejaros unas breves reseñas de lo leído a lo largo de este año. Claro que ellas hacen listas como estas cada mes, pero yo no leo tanto. Así que una al año, para empezar, no está mal. Allá vamos:

1- Misión Olvido, de María Dueñas.

Venía dentro del libro electrónico que me trajeron los Reyes. Los Magos, digo, porque los Borbones todavía no me han traído nada. Venía también el primero de las sombras de Grey, pero no me apetecía leerlo (de hecho, tenía tan pocas ganas de leerlo que lo borré). Al principió me pareció que no me iba a gustar nada. Afortunadamente, no fue así. Me recordó, mientras lo leía, a Almudena Grandes, más que nada por tratar dos historias a la vez, una antigua y otra moderna, y como con la Grandes, me gustó más la antigua.
Total, que si lo tenéis por ahí a mano, lo leáis, coño.

2- Choque de reyes, de George R. R. Martin.

Con estos libros, con tanto personaje, me pasa una cosa: se me olvida quién es quién. Así que al principio me dio un poco de pereza, pero al segundo capítulo ya estaba enganchado como a la drogaína. Es una pena haber visto la serie antes de leer los libros, porque ahora me da igual la descripción que haga el autor de los personajes, la representación mental que me hago de ellos es la de los actores.
En cualquier caso, mola mucho.

3- Sexo en Milán, de Ana Milán.

A mí lo que me pasa es que soy muy crédulo. La autora (@_ANAMILAN_ en twitter) retuitea las alabanzas a su obra que le llegan y yo, como soy tonto, me lo creo todo. Así que muy decepcionado: me esperaba un festival del humor, una cosa así como superdivertida, y nada de nada. En realidad, es una obra colectiva: un montón de famosos aportan recetas y anécdotas, con más o menos gracia, y Ana Milán hace de hilo conductor.
Que no.

4- Tormenta de espadas, de George R. R. Martin.

Me sigue pasando lo mismo: me pierdo con tanto personaje. Habla de unos y otros y yo no sé si un personaje determinado aparece por primera vez o es un "secundario" del que debería acordarme. Aparte de esto, tiene un tramo en la primera mitad que me ha costado, me invadía la pereza y Daenerys de la Tormenta me resultaba terriblemente cansina. Luego se anima, vuelve a ser lo que era y a molar mucho.
Jon, Arya y Tyrion, mis preferidos, sin duda.


5- Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain.

Tenía ganas de leer un clásico, y entre tomo y tomo de Canción de Hielo y Fuego me he puesto con esto. La verdad es que me ha costado. No es que me supiera la historia (al empezar solo recordaba el episodio en el que pintan la valla, y eso es de lo primerito), no sé si es que el texto es antiguo, o la traducción, o qué, pero me he tenido que esforzar durante gran parte del libro, que es una birria de menos de 200 páginas. Tenía intención de continuar con Huckelberry Finn, pero no sé si animarme con ello.

6- Festín de cuervos, de George R. R. Martin.

Y ya van cuatro de la saga. Saga que empieza a hacérseme larga, la verdad. He echado de menos a muchos personajes, y he acabado hasta las narices de los que sí aparecen. Por otro lado, si ya me pierdo con los personajes, no os quiero decir con la geografía: y en este libro se descubren un montón de exóticos lugares nuevos Me cuesta ubicar Ciudad Real en un mapa de España, como para hacerme una idea de dónde quedan el Rejo o Antigua.

7- Danza de dragones, de George R. R. Martin.

Por fin, el quinto. Ahora podré descansar hasta que se publique el sexto. Ha sido un poco tortura por leer una traducción pirata, llevada a cabo por un colectivo de traductores voluntarios con más voluntad que conocimiento. Un error que no volveré a cometer: merece la pena esperar a una traducción en condiciones. En cuanto a la historia, básicamente pasa lo mismo que en el anterior tomo: aparecen todos los personajes a los que echaba de menos, y (casi) no aparecen los demás. El problema de los lugares exóticos es igual, pero peor, y básicamente avanzar en la lectura ha sido un sufrimiento hasta los últimos capítulos. Eso sí, ¡qué últimos capítulos!

8- Intemperie, de Jesús Carrasco.

Es corto: 132 páginas. Pero es intenso, muy intenso, y aún así la historia te atrapa, y además cuenta con una gran riqueza léxica. Todo lo contrario a la saga de Canción de Fuego y Hielo: frente a los miles de páginas de aquella, poco más de cien; frente a la gran cantidad de personajes de George R. R. Martin, poco más de dos; no es una traducción, sino una obra en español, en la que las palabras parecen haber sido escogidas una a una. Me ha encantado, probablemente lo mejor del año. Una maravilla.

9- Tierra desacostumbrada, de Jhumpa Lahiri.

Aquí mi dealer me ha fallado. Es una colección de cuentos que tienen en común que los personajes son bengalíes en Estados Unidos, y tratan básicamente de las relaciones personales, los sentimientos y el choque cultural. Pues mira: yo ya tengo sentimientos y relaciones personales, a Dios gracias; y para choque cultural el que tengo con mi señora, que ella es asturiana y yo madrileño. Algunos de los cuentos son continuación de otros, pero no todos. No es que sea un ladrillo, pero tampoco me pasaba nada por perdérmelo.

10- La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker.

Atrapado. Así me quedé nada mas empezar el libro. Tiene algo que me ha forzado a leer deprisa, y lo he devorado en seguida. En conjunto es una novela estupenda, aunque tiene algún escollo narrativo que me recuerda al "Clan Ya-Ya" (una peli de Sandra Bullock peor que prescindible). Pero salvo ese recurso barato para mantener la tensión me ha encantado.

11- El hobbit, de J. R. R. Tolkien.

Es la tercera vez que lo leo, por lo menos, aunque es la primera que lo hago en voz alta. Un experimento para entretener a los niños mientras cenan. Creo que ha salido bien. En cuanto al libro, ya sabéis: un cuento de trescientas páginas que no tiene nada que ver con su ladrillera continuación. Muy entretenido.

12- Los que se echaron al monte, de Isidro Cicero.

Un compromiso. Me lo regalaron de despedida en el trabajo. Al dármelo me dijeron que pensaban que me interesaría, porque me gustan el rollo folkie, la historia, el costumbrismo y esas cosas. Y de eso, la verdad, tiene poco. Da un repaso a los maquis del occidente cántabro y los Picos de Europa, centrándose en Juanín y Bedoya. Absolutamente prescindible.

Y ya. Doce meses, doce libros. Es poco, aunque sea mucho más que el año anterior. Espero que este 2014 me cunda más. De lo que he leído, os recomiendo Misión Olvido, Intemperie y La verdad sobre el caso Harry Quebert.

4 comentarios:

  1. De todo lo que has leído sólo he leído Misión Olvido, que no me disgustó, pero tampoco me volvió loca.

    El del caso Harry Quebert lo tengo en la cada vez mayor lista de libros que quiero leer. Y la saga de Martin la abandoné después del primero y me dediqué a la serie. Aunque me gustaría retomarlos, me cuesta mucho, porque aventuras y fantasía no son mis géneros favoritos.

    ¿Insigne? Me parto

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  2. Pues Harry mola. Y deberías poner en la balda Intemperie, ha sido lo mejor del año para mí. ¡Y gracias por comentar aquí!

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  3. Ja. Sorpresa. Seguro que no te esperas este comentario.

    De tus lecturas me apetece Intemperie que está en mi lista. Y me hace gracia que les hayas leido a tus hijos El Hobbit mientras cenaban como hice yo con las princezaz, Yo también lo había leído antes y ahora lo vi como un cuento. Les encantó.

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    Respuestas
    1. Desde luego, no me lo esperaba. Intemperie puedo recomendártelo una vez más, si quieres.
      Creo que también hemos leído ambos "La princesa prometida" en voz alta... ya publicaré (en enero) mis impresiones al respecto.
      Muchas gracias por pasarte por aquí.

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