domingo, 5 de enero de 2025

Lo que he leído en 2024

Un año más, aquí está el escueto resumen de mis lecturas. Ha sido un año bueno, teniendo en cuenta que, de los 16 títulos, me han gustado mucho nueve. Los otros siete ya tal.

1.- Tea rooms. Mujeres obreras, de Luisa Carnés.
Una cosa que me ha sorprendido mucho de este título, y que demuestra lo inculto que soy, es que está narrado en presente. Es algo que yo no había visto hasta este siglo. Pasada esta sorpresa, queda más una denuncia social que una novela propiamente dicha. Es, también, sorprendentemente corta. El epílogo que incluye la edición que he leído se lleva una buena cuarta parte del grosor total, así que se acaba mucho antes de lo esperado.
No puedo decir que me haya gustado, la verdad.

2.- Reina roja, de Juan Gómez-Jurado.
Acción. No me hagas pensar: pim, pam, pim, pam, ni un segundo para la reflexión. Capítulos cortos, en cada párrafo, en cada línea, casi en cada palabra está pasando algo. En la segunda frase ya estás dentrísimo y no puedes salir. Da igual cualquier contradicción, cualquier incongruencia, cualquier error en la trama, si es que los hubiera. A tope y palante.
¡Esta es mi mierda, dame más!

3.- La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson.
Una novelita juvenil, una historia que hemos visto mil millones de veces en mil millones de versiones audiovisuales. No hay mucho más que pueda decir.
Hay que leer a los clásicos.

4.- Lo que esconde tu nombre, de Clara Sánchez.
El primer tercio, incluso la primera mitad, me han encantado. Me han tenido con un nudo en el estómago, hasta el punto de tener que parar de leer por no aguantar la tensión. Pero llega un momento en que tanta tensión sin clímax deja de tener efecto. Así que hacia la mitad del libro empieza a decaer, y poco a poco pasa de ser una gozada de ritmo y tensión a ser una cosa aburrida, en la que todo el rato se amenaza con que algo ocurra, pero nunca pasa nada.
Mucho lirili y poco lerele.

5.- P de peligro, de Sue Grafton.
Ya leí el año pasado, creo, el primero de "El alfabeto del crimen": A de adulterio. Y recuerdo que me gustó. Recuerdo que algo en aquel libro me hizo imaginarlo como un capítulo de Luz de luna o Remington Steele, y eso es lo que he echado de menos en este. Me ha gustado, me ha gustado mucho, pero no me ha transportado a los años 80 tan irremediablemente como aquel. Leo en una crítica de Goodreads que se imagina a la protagonista como Halle Berry. Yo veo a la Melanie Griffith de Armas de mujer.
A mí, que soy muy simple, me ha gustado mucho. Vosotros, que sois gente culta e instruida, igual echáis un ratito entretenido.

6.- La máscara de Ripley, de Patricia Highsmith.
Me ha resultado un tanto decepcionante. Es un libro fácil de leer, ameno, entretenido... pero nada más.
Recuerdo haber leído El talento de Mr. Ripley hace algunos años, y me dejó buen recuerdo. Sin embargo, aquí no he conseguido empatizar con Ripley ni un poquito. Por otro lado, ese final que no es un final me ha resultado un tanto irritante, la verdad.
No pasa de pasable, en mi humilde opinión.

7.- Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie.
La más famosa de las aventuras de Hercule Poirot, que en realidad no es una aventura. Una novela llevada al cine y la televisión cientos de millones de veces. O más. Y, aún así, extremadamente entretenida. No puedo decir nada más.
Hay que leer a los clásicos.

8.- Bicicleta o barbarie, de Carlos Rodríguez.
Un libro con más activismo que literatura, que he comprado y leído más por compromiso que por interés. Si no eres un friki de la bicicleta, especialmente de la movilidad urbana en bici, no te lo recomiendo.

9.- Asesinato en la estación de Rocksburg, de K. C. Constantine.
Me ha encantado. A ver, tiene errores gordos de edición (traducciones un poco patateras y errores ortográficos flagrantes), pero si consigues sobreponerte hay una historia entretenida que se sostiene sobre unos protagonistas maravillosos. Me han enamorado tanto el policía como el sacerdote. Es cierto que tiene machismo y alcoholismo para aburrir, pero se le disculpa porque es una novelita de 1972.
Me quedo con las ganas de leer los otros cuatro títulos del mismo autor.

10.- El sabueso de los Baskerville, de Arthur Conan Doyle.
Me ha encantado (sí, lo sé, me repito. Tendré que buscarme otra muletilla). A pesar de que Sherlock me resulta cargante, con toda su inteligencia y su capacidad de observación y de deducción y, sobre todo, su soberbia, esta novela me ha encantado. La única pega que puedo ponerle son esas tres últimas páginas, en las que Holmes explica todo lo que él sabía y nosotros no, que son un poco anticlimáticas.
Hay que leer a los clásicos.

11.- Chamán, de Noah Gordon.
A topísimo. Es el segundo libro de una trilogía que, como recordarás si eres lo bastante mayor, lo petó allá por los años 90. Por algún motivo que no recuerdo, leí el primero, El médico, y el último, La doctora Cole. Recuerdo muy poco de ambos, sí que me encantó el primero y me decepcionó muchísimo el tercero. Sé que se comentaba en aquella época que Chamán no era tan bueno como El médico, pero sí que merecía la pena... y es cierto. En el lado negativo tengo que decir que, a veces, es más minucioso de lo que me gustaría con la descripción de las operaciones que llevan a cabo los médicos en general. Y que hay un tramo del libro, en medio de la guerra civil estadounidense, que se hace un pelín más aburrido que el resto. Pero, por lo demás, es muy fácil de leer. Y describe bastante bien cómo los norteamericanos eran, y son, en general, mala gente.
Casi 900 páginas que se leen en un ratito.

12.- El cerezo del cementerio, de Tito Casado Agudín.
A ver. Se podrían decir muchas cosas sobre este título, pero quizá convenga comenzar por decir que es puro amateurismo. Además, he tenido la mala suerte de leerlo justo después de Chamán, y ambos coinciden en narrar las épicas vidas de sus protagonistas, a los que les toca sobrevivir a tiempos convulsos, cada uno en su tiempo y su lugar. Claro, Tito no escribe como Noah Gordon, sería una comparación difícil para muchos escritores profesionales. Y el caso es que la historia está bien. Si sobrevives a esa estructura de párrafos cortos, casi sin puntos, y con las comas puestas al azar, la historia, con sus tópicos, sus elipsis a medias y otras cosillas, tiene su aquel.
No puedo recomendarlo.

13.- Susurros del pasado, de Alicia G. García.
Lo he disfrutado mucho. Novela negra y rural que me ha tenido en Babia (guiño, codazo) durante una semana, más o menos. Por ponerle una pega, diría que quizá la narración es un poco precipitada: en unas pocas páginas ya ha ocurrido todo lo anunciado en la sinopsis. Por otro lado, y esto me describe más a mí como lector que a la propia novela, hay demasiados personajes. Me ocurre a veces que dos personajes mencionan a un tercero y no tengo muy claro de quién están hablando.
En cualquier caso, un libro muy recomendable.

14.- Contra el mañana, de William P. McGivern.
Este libro me produce sentimientos contradictorios. Por un lado, me ha gustado: es interesante, los dos protagonistas son personajes complejos y bien construidos, y la trama está muy bien desarrollada. Pero, por otro lado, me ha costado mucho leerlo. Entiendo que en esto intervienen también mis circunstancias personales, pero dos meses y medio para un librito de menos de trescientas páginas, y que es interesante, ameno y entretenido... Pues no sé.
En cualquier caso, yo os lo recomiendo.

15.- Intención criminal, de Robin Cook.
Puro thriller de los que me gustan: acción sin parar, pim pam, pim pam, no te deja ni respirar. Es más: ha habido momentos en los que he tenido que dejar de leer porque no podía con la tensión. En el lado negativo, tengo que decir que el final es un poco precipitado, y se flipa tanto que rompe un poco la famosa suspensión de la incredulidad.
Lo recomiendo enérgicamente.

16.- Limpieza de sangre, de Arturo Pérez-Reverte.
Pues un librito juvenil del más famoso escritor español de entre los que aún no se han muerto. Me ha sorprendido que sea tan juvenil, la verdad. Y me ha resultado un poco incómodo lo rebuscado del lenguaje, especialmente al principio del libro. Es como ver a don Arturo mirándote y diciendo: "¿has visto qué listo soy?". Luego se suaviza un poco, que si no se nos queda sin lectores. Luego, que qué bueno es Alatriste, y qué mala la Inquisición, y qué malas las mujeres (especialmente una, claro).
Para echar el rato vale, pero no más.

jueves, 27 de junio de 2024

ILP antitaurina

 Se están recogiendo firmas en toda España para promover una iniciativa legislativa popular (ILP) para retirar a la tauromaquia la calificación de bien cultural. No se trata de prohibir los toros, ni siquiera de retirar las subvenciones. Simplemente, retirar esa calificación legal, lo que permitiría que en los municipios donde así lo determine el gobierno local se pueda prohibir (localmente) la celebración de espectáculos taurinos. Para hablar de esto vinieron a La Caja Diáfana Medea y Arturo, de Asturies Antitaurina, entidad que se está encargando en el principado de recoger firmas a favor de esta iniciativa.

En cuanto al programa en sí mismo, tengo que decir que fue de los mejores en los que he participado. La presencia de Patt alegra y anima mucho el debate, y el hecho de ser seis personas también elimina silencios incómodos que sí he tenido en otras ocasiones. En el lado negativo, y es la primera vez que me pasa, decir una gilipollez mientras pienso que quizá esté diciendo una gilipollez, darme cuenta después de que, efectivamente, era una gilipollez, que nadie lo verbalice y que quede mi gilipollez ahí grabada para siempre. No voy a decir a qué gilipollez me refiero, para animaros a escuchar el programa buscándola. Marketing radiofónico. 

El programa lo tenéis aquí. Escuchadlo y comentad lo que os parece, y si habéis encontrado la tremenda gilipollez que salió de mi boca.

viernes, 24 de mayo de 2024

Academia de Cine Asturiano

 El domingo pasado tuvimos, de nuevo, programa de radio en La Caja Diáfana. La invitada fue Graciela Mier, presidenta de la Academia del Cine Asturiano. Hablamos de cine, de la industria, de su situación en Asturias, de para qué sirve una Academia del Cine y de los proyectos que tienen entre manos. 

La verdad es que no puedo decir que esté contento con mi aportación al programa. Me cuesta arrancar, y para cuando me quiero lanzar, por no cortar a quien está hablando, al final no digo apenas nada. Hubo un par de silencios muy incómodos y muy mal resueltos por nuestra parte, en mi opinión. 

En cualquier caso, si queréis juzgar con vuestro propio criterio, aquí está el programa. 

domingo, 28 de abril de 2024

Veganos y vegetarianos

 Hoy hemos grabado un nuevo programa de La caja diáfana. Ha venido Shafika Khalil, nutricionista y vegana, y hemos hablado nutrición, salud, educación, veganos y vegetarianos. Hemos tenido los habituales problemas técnicos, pero una vez resueltos hemos tenido una charla la mar de maja.

Se puede escuchar aquí.

domingo, 24 de marzo de 2024

Salud mental

 Hoy hemos grabado un nuevo programa de La Caja Diáfana. Ha venido a hablar con nosotros Elena, de Afesa. Hemos hablado de salud mental, de los problemas que tienen quienes padecen una enfermedad, trastorno o condición que afecte a este aspecto de la salud, de la imagen que se tiene de esta problemática en la sociedad general... Elena y Eva nos han contado muchas cosas y muy interesantes al respecto. En fin, que el podcast lo tenéis aquí. Escuchadlo y aprended. 

Para cualquier comentario, duda que no sabré resolver o chiste sin gracia que queráis añadir, ahí abajo está lo de los comentarios. 

domingo, 28 de enero de 2024

Enfermedades raras

 Hoy he vuelto a participar en La Caja Diáfana, ese programa de radio/podcast al que acudí como entrevistado en el mes de diciembre. Esta vez la entrevistada ha sido Ana Cruz, de la ONG Almas Especiales. Se dedican a colaborar en la visibilización de quienes sufren enfermedades raras. Ana empezó haciendo fotos a gente que no se sentía ni cómoda ni bien reflejada ante un fotógrafo "normal", y acabó montando una organización para ayudar a esas familias. 

Todo esto, y mucho más, lo cuenta aquí. Yo no he quedado muy contento, por decirlo suavemente, con mi escasa aportación al programa, pero era la primera vez. Espero ir haciendo más y mejor en el futuro. De momento, ya tenemos cita para el programa de febrero.

Estamos teniendo algunos problemas técnicos, derivados, entre otras cosas, de cierta renovación en el equipo del programa. Aún así, escuchad el programa y sed un poco indulgentes con nosotros, por favor.

martes, 2 de enero de 2024

Lo que he leído en 2023

Pues aquí el resumen de lecturas de este 2023. Un año menos productivo, en este tema, que otros anteriores. Creo que se puede apreciar claramente cuándo he escrito la reseña nada más leer el libro, y cuándo he tardado un tiempo en hacerlo. Espero que os sea útil y os ayude a elegir (mejor que yo) vuestras próximas lecturas. Para los amantes de las estadísticas, de los nueve títulos solo dos han sido escritos por mujeres.

 1.- La cabeza de la gorgona, de Esteban Díaz.

Me compré este libro en el Celsius 232 del verano pasado. Estaba el autor en la caseta, yo pasaba por ahí con mi sobrino... Nos explicó un poco de qué iba y, la verdad, no supe decir que no, así que me lo compré. Aunque la mitología grecorromana no me parece especialmente atractiva, y con el Hércules de Marvel ya tengo suficiente. Obviamente, fue un error: me ha gustado lo justito para no abandonarlo. Me sorprende un poco encontrar críticas tan positivas, porque más allá de que la ambientación no me gusta nada, le veo varios fallos. Romances forzados y personajes con nombre que mueren a la página siguiente de haber sido presentados (¿de verdad hacía falta ese Cerbero, Esteban?) son los primeros que me vienen a la cabeza, pero hay más. Total, que me lo podía haber ahorrado.

Hay que aprender a decir que no.

2.- La amenaza de Andrómeda, de Michael Crichton.

Me compré este libro en una librería de segunda mano que encontré cerca de mi trabajo. No he visto la película, pero Parque Jurásico está basada en otra novela de Crichton, y creo recordar que alguna vez he leído algo de este autor, así que parecía una buena idea. Parecía. Hasta bien entrado el tercer tercio de la novela, es un libro francamente aburrido. Luego sí, se pone interesante, e incluso frenético, pero cuesta tanto llegar a ese punto... 

Hay que aprender a elegir.

3.- Tirón, de Luis Ondarra.

Me regalaron este libro hace veinte años, exactamente. No recordaba nada de él, así que decidí releerlo, y, oye, sin ser una maravilla es lo mejor del año. Es cierto que la última parte, cuando la trama sale de Barcelona, decae un poco, y también que los personajes femeninos... por decirlo suavemente, se nota con claridad que no los ha escrito una mujer. No obstante, es muy entretenido. 

Por fin, uno que merece la pena.

4.- Mar de fondo, de Patricia Highsmith.

Todo pasa muy despacio, especialmente al principio. Tan despacio que parece que no está pasando nada, pero... como en la escena de la taberna de Malditos bastardos, la tensión aparece, y crece, y crece, hasta hacerse por momentos insoportable: el siguiente capítulo mejor lo leo mañana. Me ha gustado mucho, salvo el final, en el que todo pasa muy rápido y yo, bueno, necesito que me expliquen un poco más las cosas.

Qué tensión.

5.- Memorias de una  vaca, de Bernardo Atxaga.

Lo compré sin saber que era una novelita juvenil. O, bueno, más infantil que juvenil, la verdad. Y aún dentro de ese género, en el que puede haber grandes obras, pues... bueno, probablemente sea lo peor que ha escrito Atxaga. No puedo decir mucho más.

No lo recomiendo.

6.- El demonio vestido de azul, de Walter Mosley.

Hace mucho, mucho tiempo vi la película, y me gustó. Me gustó mucho. Y ahora no sé si me gusta más el libro o la película, tendría que volver a verla.

Lo recomiendo enérgicamente.

7.- La fiesta del Chivode Mario Vargas Llosa.

Puede que Vargas Llosa, como personaje público, no te resulte muy atractivo. En ese caso, es necesario que separes la obra del autor. Compra el libro de segunda mano, sácalo de una biblioteca, consigue que alguien te lo preste, lo que sea. El comienzo es un poco ñoño, no nos vamos a engañar. Pero luego tiene de todo, menos sexo consentido. 

Que lo leas, coño.

8.- No hay vuelta atrás (del infierno)de Eduardo Arias.

La primera decepción de este libro está en la dedicatoria: un autor no puede calificar su libro de "trepidante", lo sea o no. Y una dedicatoria no debe hablar del libro, sino del receptor. La segunda está en la cuarta línea de la primera página: "Jodido mamón." Esta expresión me saca de cualquier novela y me mete de lleno en una serie de televisión cutre con una traducción aún más cutre. Lo que pasa es que unas páginas después entiendo que, efectivamente, se trata de eso: esta novela es una serie de televisión barata, para emitirse a media tarde en cualquier cadena generalista, en esa época en que las cadenas generalistas emitían series de televisión por las tardes. Aceptado esto, sí, el libro es trepidante (y un poco confuso), y se lee en dos patadas.

No ganará el nobel, pero te tiene un rato entretenido.

9.- La maldición del tranvía 015de P. Djèlí Clark.

Una novelita que parte de una premisa interesante: un El Cairo mágico y steampunk que en 1912 es una de las grandes urbes de la modernidad, en el cual un tranvía ha sido poseído. Sin embargo, me ha parecido confusa, y no he llegado a empatizar con ninguno de los personajes. En cuanto a la confusión, probablemente habría ayudado ver que hay un glosario al final de la novela. En cuanto a conectar con los personajes, no parece que haya mucho que hacer.

Entretenidilla, sin más.

10.- 999 pedazosde Isabel Pedrero.

Novelita de terror que se lee en dos patadas. Tengo que admitir que me ha acojonado un poco. No ha acabado de gustarme la inclusión de microcuentos en forma de notas al pie, y me ha parecido también que algunos aspectos merecían un poco más de desarrollo, pero aún así, me ha gustado.

Más que interesante.